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    Texto del jurado rural.scapes #labRes2016_1

    Se llega a la Fazenda Santa Teresa de noche cerrada, con lluvia, desde Sao Paulo, en un carro conducido por Toninho, un hombre grande y amable con manos inmensas. La recepción es calurosa. Cuando se despierta la mañana y se abren las contraventanas, se descubre dónde estamos: en un valle verde, cercado por colinas de pasto para las vacas, con vegetación lujuriosa en los pliegues de las quebradas del paisaje. No se ve otros humanos o construcciones. Una inmensa arboleda de bambú domina la parte trasera de la casa. El sonido de agua es omnipresente. Patos, gallinas, caballos, vacas y perros rondan rodeando la casa. rural.scapes es una finca productiva y un laboratorio residencia a la vez. Zé Mineiro, el encargado, vive en una casa pequeña delante de la casa principal. Dona Cida, reina sobre los fogones de leña, siendo del lugar y del local.

    Poco a poco se descubren los rituales cotidianos. Bajar al pueblo de Areais. Recoger una batería de coche. Subirla a la Fazenda. Montarla en el caballo. Subirla a la colina. Conectarla al panel solar. Bajar. Cuatro veces en una semana. Acostumbradas a pensar desde la ciudad, a existir en ella, el hecho de observar todas estas acciones tan sólo para posibilitar el funcionamiento de infraestructuras como Internet, de otro lado cotidianas, hace que éstas tomen de pronto una dimensión gigantesca y que su ausencia nos genere un espacio aparentemente vacío. Nada más lejos. Con la desaparición de la lógica de la abundancia tecnológica, y de la interfaz de la pantalla, emergen otras tecnologías, domésticas éstas y situadas en la roça, sistemas que también nos permiten procesar el contexto y lo que lo habita; y trabajar en torno a las condiciones estéticas, políticas, éticas y eróticas de sus distintas materialidades.

    La situación es inusitada, para muchos, para el jurado invitado: la finca es lugar y local. El lugar invita a un ahora poco visto por los urbanoides habituadxs al asfalto. Lo mismo ocurrirá con lxs seleccionadxs. Para llegar a ellxs 96 proyectos fueron leídos y releídos, estudiados, los artistas investigados, desmenuzados hasta el fondo perdido de sus sites, sitios, centros y periferias. Lo local es investigación que revela las tendencias: malemolências y enfrentamientos del momento. Interesa hablar del lugar-haciendo porque sitúa a aquellxs que aquí vienen.

    “rural.scapes es un sistema vivo donde la suma de los factores en juego altera las conexiones con el lugar y las dinâmicas de trabajo y aproximación. Como formato de residencia es muy especial, el cuerpo de uno siempre atravesado por estas complejidades. rural.scapes, este año 2016, tiene, en su convocatoria, interés por ‘proyectos en diversos soportes tecnológicos, analógicos y/o digitales, donde la técnica, el arte y el oficio de hacer a mano construyen ensayos a partir de su relación con la ‘tecnología’ considerada aquí como un conjunto de conocimientos técnico-científicos”. Son proyectos en los que las “relaciones entre los contextos local y global [en red on line ~off line], considerando el territorio específico de la residencia como base para su desarrollo”. [ Rachel Rosalen e Rafael Marchetti – convocatoria 2016].

    Emergen entre las propuestas temas recurrentes: cartografías, construcciones, topologías, territorios; memoria; silencio (inexistente por aquí) y sonido; alimentación y energías; metodología del caminante. Aquí, caminar es necesario, las distancias son dictantes. Comer es un ejercicio sofisticado de recolección, desmembramiento y procesado lento de la naturaleza. El silencio es ensordecedor, y la cartografía se encarna en pastos altos, barro y agua. Los proyectos de lxs candidatxs se van situando lentamente en el imaginario de la Fazenda. Al poco tiempo se va destilando la lista de seleccionadxs para la realización de tele-entrevistas. El extracto es energía biológica. Se selecciona los proyectos con los seguintes critérios generales: claridad de las propuestas, sus derivas tácticas y sus implicaciones políticas y poéticas. Se analiza la viabilidad, la relación con la comunidad y la carrera artística del proponente.

    Se aprovechan las diferencias horarias y se entrevista a lxs alemanxs por la mañana, a lxs brasileirxs cerca del mediodía y, entrada la noche, y se concluye con México y Argentina. Justo empezando la última entrevista cae internet de nuevo. Al día siguiente se recupera la conexión en un restaurante en el pueblo, El Rancho en São José do Barreiro. Mientras, la batería se carga en Areias.

    Lxs invitadxs a la residencia rural.scapes lab2016 son finalmente lxs siguientes:

    Caminho para as estrelas – Eduardo Fernando Duwe (Brasil) propone al mismo tiempo la escucha de los satélites y la construcción de un satélite autóctono, una “escultura social” que cuestiona y revisita los imaginarios espaciales en el marco de la pequeña comunidad rural de S José de Barreiro. El satélite se convierte en un objeto que cataliza y materializa el sueño popular de exploración espacial, reclamando su propia representación de los imaginarios hegemónicos y provocando una toma de conciencia de la descolonización. El artista prevé trabajar con miembros de la comunidad para construir el artefacto y ritualizar su lanzamiento. El trabajo con los imaginarios espaciales, la participación comunitaria, los ejercicios de escucha radio de los satélites y la calidad del trabajo anterior del artista fueron apreciados por el jurado.

    Entreterras, de Violeta Pavão (Brasil), es un proyecto de investigación que tiene como foco el lenguaje artístico de la performance. Busca, a partir de una propuesta teórico-práctica, ampliar las percepciones de las fuerzas políticas a través de la investigación de las fuentes orales, territorios, fuerzas de resistencia post-coloniales como energía de trabajo, el elemento tierra, todo esto en relación con el cuerpo, el cuerpo propio, el cuerpo del otro, el cuerpo de la ciudad, el cuerpo rural. Se espera que el cuerpo, poco explorado en ediciones anteriores, puede ser potencia política y cuestionamiento. Además, se cree que este proyecto se compondrá con lxs otrxs seleccionadxs como elemento impar, que es singular.

    Mapa de costumbres. Dibujos de la adecuación de usos y costumbres para alimentarse de Yessica Lizbeth Díaz (Mexico) piensa en las sociedades como vida, completo de funcionalidades con algunos equilibrios que activan el planeta en constante movimiento. Busca desplazamientos, adaptaciones, piensa las costumbres. Esto, en relación a los alimentos. La metodología se basa en diseños, mapas hechos a mano, pero también de intercambios con las personas locales. La relación con los niños y adolescentes de la región, el uso del dibujo como herramienta cartográfica asequible a todxs, la reflexión sobre la comida y los cambios generacionales hace que el proyecto sea una herramienta poderosa para visualizar y interactuar con la sociedad local.

    Martin Reiche (Alemaña), residente en Berlin, empezó el proyecto KHz el año pasado en Estonia con la construcción de la primera antena. Propone seguir con el proyecto en rural.scapes, construyendo 2 grandes antenas de alambre de cobre en la propiedad, disfrazadas de cercado. Su última meta es construir antenas en 3 países distintos para poder triangular las recepciones. Las antenas se usan para mapear el espectro electromagnético de la Fazenda Sta Teresa, visualizando los datos por internet. La claridad de la propuesta y su visión glocal, la manera que hace visible lo invisible, su componente escultural y sus implicaciones políticas y poéticas, seducen al jurado.

    Sintonizadores de Silêncio, de Eduardo Kessedjian y Julián Goldfarb (Brasil), se propone para construir dos radares acústicos analógicos con doble objetivo: de un lado, crear dispositivos analógicos para aumentar la capacidad de escucha amplificando los sonidos del entorno; del otro construir dos artefactos escultóricos, uno fijo y otro móvil, que concentren la idea del monumento y la de la procesión ritual. Se valora el singular ensamblaje de túmulo, de objeto obsoleto, de mecanismo amplificador de sonidos que emergen del paisaje, y de ceremonia instituyente.

    Cartografías tecnológicas, propuesta de crítica residente hecha por Juliana Gontijo (Brasil), es un proyecto de crítica de arte contemporáneo que busca “evidenciar y reinventar”, no solo en la teoría, “herramienta poética y política”, pero también en las relaciones: mapeando el proyecto rural.scapes como un todo y esta edición en específico: artistas residentes, artefactos y/o acciones. El resultado, generado por la visita a locales y lugares, será una cartografía de la población, del territorio y de la tecnología. La Fazenda y Sao José do Barreiro serán focos de hallazgos de in-visibilidad, in-formación, in-certezas, lo que es de gran interés ya que de la memoria surgirán también edificios y satélites, performances y, tal vez, el silencio.

    Antenas, comida, cuerpo, dibujos, radares, satélites de barro, teoría … todo generando una gran ensalada o un banquete que D. Cida y otrxs degustarán en este local/lugar lleno de imprevistos: animales nunca vistos (paquinho), serpiente en el rio, lluvia imprevisible, barranco en la carretera, barro en los zapatos, batería des/cargada.

    Se cree que la reunión de estos proyectos puede generar otros singulares, otras singularidades: “bestiales”, dicen lxs castellanxs, “co-labor-activos”, dicen lxs brasileirxs.

     

    Jurado convidado #labRes2016_1Bia MedeirosTere Badia y Pedro Soler.
    Directores y curadores de rural.scapes: Rachel Rosalen y Rafael Marchetti.